Ganadería Regenerativa
La relación suelo-planta-animal, es natural y necesaria para un ecosistema saludable y próspero.
Así lo demuestran las grandes manadas de herbívoros que pastoreaban las sábanas africanas y las praderas de América quienes se encargaban de mantener funcionando los procesos ecosistémicos básicos: el ciclo del agua, el ciclo mineral, el flujo de energía (fotosíntesis) y la dinámica de las comunidades, es decir la diversidad de flora y fauna tanto arriba como debajo de la superficie del suelo.
Los búfalos, los bisontes o los guanacos enriquecen el suelo con sus boñigas y orines, incorporan material vegetal al suelo con sus pesuñas y consumen el forraje, activando así el proceso de fotosíntesis.
De esta observación nace la ganadería regenerativa, la cual busca imitar este proceso natural que permite el buen funcionamiento y equilibrio de los pastizales.
Es por lo que debemos recalcar que no todas las formas de manejar la ganadería son iguales. Debemos distinguir entre una ganadería contaminante, que fomenta la deforestación y que no respeta el bienestar animal y una ganadería que al contrario ofrece a su entorno beneficios y mejoras, es decir que da más de lo que toma. Es así como la ganadería regenerativa se convierte no en un causante sino en una solución a los desafíos globales climáticos y ambientales.
Por ejemplo, al manejar correctamente los tiempos de recuperación de los pastos se activa la “bomba de carbono”, creado por el proceso de fotosíntesis. Es decir, la planta toma la energía proveniente del sol y el CO2 de la atmósfera, y los transforma en azúcares que son trasladados a sus raíces y liberados en forma de carbono líquido en los suelos. Los microorganismos y hongos que se encuentran en el suelo se alimentan de estos azúcares, fijando así carbono en el suelo. Es decir que este tipo de ganadería nos permite capturar carbono de la atmosfera, donde es un causante del calentamiento global, y lo captura en el suelo, donde nutre a los microorganismos y crea suelos fértiles.
Esto proceso se mejora al otorgar los tiempos adecuados de descanso y ocupación de las pasturas, elemento clave de la ganadería regenerativa. Además, al aumentar la materia orgánica en el suelo se aumenta la capacidad de retención de agua, se favorece la diversidad y se crean suelos más fértiles.
Manejar de forma holística la ganadería nos permite maximizar todos los recursos disponibles en nuestro sistema de producción, es por ello que la adopción del marco conceptual desarrollado por Allan Savory nos permite desarrollar una ganadería regenerativa, que aporta beneficios ambientales, sociales y económicos.
Marco Vinicio Gómez Salazar - Asesor en ganadería regenerativa – Planificador integral de Fincas Fernanda Pía - Directora de Suelos Vivos. Costa Rica